miércoles, 29 de junio de 2011

Libro: Al Anochecer. Capítulo.11.

Al escuchar mi nombre, abrí los ojos. Allí estaba él con su hermosa sonrisa y su mirada sincera.
-¡Manu!.- Lo abracé sin pensarlo.
-¿Estás bien?.- Me acarició la mejilla con su mano.
-Sí, no te preocupes.-
-Siento haber hecho eso... lo de tu sangre... ya sabes.- Dijo disculpándose por lo sucedido.
-En serio, tenías que hacerlo y yo te lo ofrecí.- Sonreí levemente.- ¿Por qué dijiste que tienes que protegerme? ¿De qué?.- Le miré extrañada.
-Porque eres importante para nosotros, los vampiros.-
-¿Importante? Sólo soy una persona más, una humana más.-
-Eso es lo que tú crees, además, si estoy aquí no es casualidad.- Me miró mientras me dedicaba una dulce sonrisa.
-Entonces, ¿puedes explicarme por qué soy importante?.-
-Eres una vampira original, borraron todos tus recuerdos para que pudieras tener una vida normal, una vida humana.-
No sabía que decir en ese momento, no lo podía creer. Mis padres eran humanos, yo no podía ser una vampira, yo no me alimentaba de sangre.
-Yo te protejo porque esa es mi misión, porque tenía que decirte quién eras verdadermente.-
-No puedo creerte, entiéndelo.- Me levanté del sofá.- Tengo que... irme.-
-Por favor, lo que te dije es verdad, créeme.-
Negué con la cabeza, no podía creer todo lo que había dicho, era imposible. Corrí hasta la puerta pero Manu se puso delante de mí.
-No puedes irte, ahora que te conocen y que saben quién eres, todo es peligroso para ti.-
-Tampoco voy a quedarme aquí.- Intenté apartarle para abrir la puerta.
-Lo siento de nuevo.-
Me puso su mano en mi cabeza, exactamente en la frente. En ese momento caí delante de él, desmayándome.
¿Y si mis padres no fuesen quiénes dicen que son? ¿Y si ni siquiera fueran mis verdaderos padres?

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