viernes, 8 de octubre de 2010

Libro: Al Anochecer. Capítulo.8.

Recibí un mensaje de Manu diciéndo que teniamos que hablar, me quedé preocupada no sabía que me iba a decir.
Fui hasta el parque donde habíamos quedado y ahí me encontré con Manu, al verme parecía algo preocupado y nervioso.
-Kris.- Me abrazó fuertemente.
-¿Qué... qué te pasa?.-
En ese momento me dejó de abrazar y me miró.
-A mi madre le ofrecieron un trabajo en otra ciudad y, ahora que no está mi padre tiene que buscar un trabajo donde le paguen más, tengo que marcharme de aquí.-
Al escuchar eso me quedé paralizada, sin saber que decir.
-No, no, tú no.- Mis lágrimas empezaron a caer sobre mis mejillas.- No me dejes, si hace falta me voy contigo no puedo estar en un sitio donde tú no estés.-
-Kris, tú tienes que quedarte aquí y terminar tus estudios, y vas a hacerlo por mí pero, recuerda siempre que pase lo que pase voy a estar contigo y, cuando tenga los dieciocho volveré a estar contigo, te lo prometo.-
Me quedé sin poder decir nada estaba ahogada en mis propias lágrimas.
-Siempre te mandaré cartas o algún correo, para estar comunicados y te llamaré cuando pueda.-
Me agarró con sus manos mi cara, secandome las lágrimas con sus dedos.
- Te amo, Kris.-
-Y... yo a ti.- Le abrazé fuerte.
Dimos un pequeño paseo y estuvimos hablando.
Después me acompañó hasta la puerta de mi casa y nos besamos.
-Entonces, ¿mañana te vas?.- Le pregunté.
-Sí.- Me cogió de las manos.- Kris, sé que no puedo pedirte que me esperes siempre y te entendería si encontraras a otra persona que te hiciera feliz porque lo que más deseo es tu felicidad aunque me duela y tenga que alejarme para siempre de ti.-
-Ni se te ocurra decir eso, porque no voy a llegar a amar a otra persona que no sea tú.-
Nos besamos dulcemente, no quería alejarme de él todo parecía una pesadilla de las que no puedes despertar, pero sabía que lo amaría siempre pasara lo que pasase.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Libro: Al Anocher. Capítulo.7.

Salí de casa como todas las mañanas y, con mucho sueño, no había podido dormir mucho con todo lo que había pasado con Manu. Allí estaba en la puerta, esperándome, como lo hacía antes de pelearnos.
Corrí hasta él abrazándole no quería volver a separame de él porque realmente le necesitaba, le amaba.
-¿Cómo estás.- Le pregunté mirándole a los ojos.
-Mejor cuándo estoy contigo.- Noté como quería sacar una pequeña sonrisa para que no me preocupara tanto pero la verdad es que yo ya estaba preocupada demasiado por él.
-Siempre voy a estar contigo.- Le cogí dulcemente la cara y le besé.
Me cogió la mano, fuimos hasta el instituto cada vez sabíamos más cosas tanto uno como el otro, todo era maravilloso no dejaría que le pasara nada a Manu, lo que sentía por él era demasiado.
Llegamos como siempre a clase alli estaba Julia junto con Paula al pasar por su lado me miraron con cara de haber echo algo raro o algo de eso, pero me daba igual yo quería a Manu y si me querían criticar pues que me criticaran, no le iba a dejar por nada del mundo.
-Manu, ¿quieres sentarte conmigo?.- Dije con una sonrisa.
-Claro que sí.- Me dio un beso pequeño en la frente.
Hablamos con Javi por si quería sentarse con Julia. Nos dejó sentarnos juntos a Manu y a mí.
Estuvimos toda la clase mirándonos y sonriéndonos. Al fin todo empezaba a ir bien.
Recogí mis cosas rápido para irme a casa con él y así hablar porque durante las clases era difícil la verdad.
-Kris, ven conmigo quiero enseñarte una cosa.-
-¿El qué?.-
-Es una sorpresa.- Contestó con una sonrisa de las suyas, al fin volvía a sonreir como siempre.
Me llevó hasta un lugar que no conocía y, eso que yo vivía mucho antes aquí que él a partir de ese lugar me tapó los ojos con las manos.
-Ya falta poco.- Dijo susurrando.
Al llegar me destapó los ojos me quedé totalmente sorprendida, había un pequeño lago todo estaba verde no había nadie parecía un lugar que lo conocía poca gente.
-Este momento quiero que lo recuerdes siempre por eso quiero que sea aqui en este sitio.- Me cogió la mano acariciándola con los dedos.- Kris, quiero estar contigo para siempre y quiero que este sitio sea nuestro lugar especial.-
-Tú ya eres especial para mí.- Le dije mirándole a los ojos.
Sacó un anillo con un pequeño diamante en medio.
-Tú  también eres especial para mí, por eso quiero que tengas este anillo porque significará que en un futuro estaremos también juntos, pase lo que pase.- Me puso el anillo en el dedo.
-Te amo, Manuel.-
Le besé con todas mis fuerzas notando como sus brazos rodeaban mi cintura y los mío su cuello, su hermoso y precioso cuello.
No tenía ninguna duda le amaba, y lo amaría el resto de mi vida porque él lo era todo para mí.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Libro: Al Anochecer. Capítulo.6.

Sabía que era su voz, la dulce voz que de la que me enamoré.
-Hola.- Contesté a su saludo.
-Yo... quería hablar contigo.- Me dijo notando su tristeza en su voz.
-Está bien.-
Puse las cosas para pagar y salí del supermercado con Manu a mi lado.
-Voy a dejar las cosas en casa y vamos a donde quieras hablar, ¿vale?.-
-Sí.- Respondió inmediatamente.
Dejé las cosas lo más rápido que pude, no sabía si quería hablar con él pero, algún día tendría que hablar sobre lo que ocurrió. Salí de la casa, allí estaba él.
-Bueno, ahora ya podemos hablar.-
-Kris.- Me cogió por la cintura y me abrazó, no sabía lo que le pasaba pero lo que sí sabía es que estaba llorando.
-¿Qué.. qué te pasa?.-
-Siento mucho lo que hize pero te juro que yo no quería besarla, fue ella.-
Me alejé un poco de él mirándole, ya sabía eso pero también sabía que había algo más.
-Sé que no es lo único que te pasa.-
-A ti no puedo ocultarte esto que me mata por dentro aparte de no estar contigo... Kris, mi padre ha... ha muerto.-
Me quedé sin palabras al decir eso solamente le abrazé con más fuerza que nunca.
-Lo siento, Manu.- Dije con un sollozo, no podía verle así.
-Kris, tú eres lo único importante que tengo ahora, te necesito.-
-Y yo a ti, siento haber dudado de ti.-Le besé tiernamente.
Mientras sus lágrimas iban cayendo, nos seguiamos besando con más necesidad que nunca el uno por el otro.
Le acompañé hasta su casa para no dejarle sólo por el camino no sabía la locura que podría hacer.
-¿Seguro que estarás bien?.- Le pregunté.- Si me necesitas, ya sabes donde estoy.-
-Te quiero.- Me besó antes de entrar.- Y mucho.-
-Y yo a ti siempre, Manu.-
Vi como entraba en casa y me fui hasta la mía.
Me duché y fui hasta mi habitación, me relajé un poco no paraba de pensar en Manu, lo mal que estaba, nunca lo había visto llorar de esa manera. Me acerqué hasta la terraza para ver si lo veía aunque, no encontré a nadie pero, se encendió las luces y allí estaba él, parecía como si fuera un muerto viviente.
-Manu.- Le llamé para ver si venía.
Parecía que se había dado cuenta de que era yo venía en dirección hacía la terraza.
-¿Qué haces aquí? vas a coger un resfriado.- Me dijo nada más salir a la terraza.
-Tranquilo, no te preocupes por mí, ¿estás mejor?.-
-Por una parte sí y por otra no.- Pude notar como si quisiera sacar una sonrisa.- La parte del sí, es que estás conmigo y la del no, es mi padre.-
-Yo nunca voy a dejarte ¿vale?.- Cogí una de sus manos que tenía en la barandilla.
-Yo no me perdonaría dejarte ir por segunda vez.- Dijo recordando lo que pasó con Julia.
Estuvimos toda la noche hablando hasta que llego la hora de despedirnos, mañana era Miércoles y no era festivo había que ir de nuevo al instituto pero, quedamos en ir juntos hacia el instituto.
Me acosté pensando en él no sabría cómo estaría ahora no quería verlo así, me era insoportable.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Libro: Al Anochecer. Capítulo.5.

Seguía tumbada en mi cama, llorando, preguntándome a cada segundo que había hecho mal. Otra vez sonó mi teléfono, era él otra vez, pero no quería cogerlo así que volví a pasar de Manu.
Era Martes, no soportaba la idea de verle simplemente no podía, echaría a llorar nada más verle. Cogí mi mochila y salí de casa antes de que él estuviera en la puerta para esperarme, al menos no tendría que ir con él hasta el instituto. Mi cabeza sólo pensaba en él.
Llegué a clase, tendría que sentarme con Julia pero no sabía cómo la iba a mirar después de lo que había echo, no podía, la odiaba tanto que me resultaba imposible decirle un simple "hola" ni si quiera podía comprender por qué me hizo eso. En ese momento llegó Manu, le miré al entrar y volví la cabeza pensando en que no se acercara pero, al final, se acercó.
-Kris, ¿por qué me evitas? Ni me hablas.- Acercó su mano a mi mejilla y le quité la cara de su mano.
-No sé, tú sabras ¿no?.- Me levanté de la mesa.
-Supongo que se trata de Julia, por eso no estabas a la salida.-
-Mira si al final lo adivinaste.- Otra vez empezaron a caer lágrimas por mi mejilla.
-Eso no fue nada, Kris.-
-¡Qué no fue nada! Te besaste con una de mis mejores amigas.-
-Pero fue ella, yo no quería besarla, yo te amo a ti.-
-Mira no mientas que ví con mis propios ojos el beso, lo que no entiendo es cómo en dos días has dejado de amarme, podrías haberte ahorado esa declaración de que me amabas y de que yo era única.-
Salí al pasillo para que no me viera llorar, no podía dejar de llorar ni tampoco de amarle.
-No llores, Manu, no quiso besarla.-
Levanté la cabeza para ver quién era.
-Hola, Javi. Tú viste el beso también.-
-Sí pero tú sólo viste un trozo, no viste que él la empujo para que no le besara.-
-¿De verdad hizo eso?.-
-Sí, además, nadie mejor que yo sabe lo que él siente por ti.- Me dijo sonriendo.
-Gracias por contarmelo.-
-Venga vamos dentro que nos toca filosofía.-
Ni si quiera se había presentado Julia en clase, pensé en que a ella le gustaba de antes Manu y yo ni si quiera me acercaba a él porque no me gustaban los chicos así, suponía que debería haberle contado a Julia todo lo que pasaba pero, creía que ella estaba contenta de que yo tuviera pareja, hasta que me dí cuenta de que estaba más celosa que nunca.
Al terminar las clases no me esperó, iba delante de mí con Javi y Alex, no sabía si hablarle o simplemente pasar de él pero, no podía pasar de Manu, caminé más deprisa pasando por al lado de él para llegar a casa rápido.
Después de hacer los deberes, fui a comprar al supermercado, como siempre mi madre me mandaba a hacer la compra.
-Kris.- Sin duda era su voz.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Libro: Al Anochecer. Capítulo.4.

Era Lunes no me creía que habían pasado dos días desde aquél beso que me dio Manu, el Domingo no pudimos vernos así que no sabía como reaccionar hoy ante todas las personas de clase, sobre todo, con las chicas. Estarían celosas o ni idea. Salí de casa y allí estaba él, tan hermoso como siempre.
-Hola.- Dije sonriendo.
Se acercó y me besó lentamente, ni le importaba si nos veía alguien, como nuestros padres.
-Hola, Kris.- Me quedé un poco sorprendida por el beso.
Nos fuimos hasta el instituto, todo iba normal, hasta que llegamos allí y me pasó su brazo por mi hombro.
Todos nos miraban no había ninguno de la clase que nos nos mirara, me sentí algo incómoda. Vi a Julia sentada en su sitio, como era de costumbre, fui a verla.
-Hola.- Saludé feliz.
Me miró un poco seria.
-Hola.- Respondió sin volver a mirarme.
Sabía que le pasaba algo, pero no tenía ni idea.
Me acerqué de nuevo a Manu que estaba hablando con Javier, su mejor amigo.
-Hola, Kris.- Me saludó Javi.
-Hola.- Contesté.
-¿Te pasa algo?.- Me preguntó Manu.
-No, es sólo que, Julia, parece estar enfadada o ni idea.-
-No te preocupes a lo mejor es que no está de humor hoy.- Me volvió a sonreír Manu, parecía que todo me lo arreglaba con una sonrisa, la más encantadora que había visto en la vida, le amaba demasiado.
-Supongo.- Le dí un beso y volví a mi sitio.
Julia no me hablaba en todo el rato que llevábamos de clase, no me habló ni en el recreo, ni en ninguna de las asignaturas que quedaban.
Salí de clase para esperar a Manu, pero no salía de su clase, estaba en otra clase dando una asignatura distinta a la mía.
-Javi, ¿sabes dónde esta Manu?.- Le pregunté al verle salir.
-Creo que se fue ya, a lo mejor está abajo esperándote.-
Javi me acompañó hasta la salida, pero seguía sin verle, volvía a mirar hacia un árbol y allí estaba él aunque no estaba sólo.
Las lágrimas se me caían por las mejillas sólo pensaba en que no podía ser cierto lo que estaba viendo y me fui hasta casa rápido antes de que me viera, Javi me acompañó para no dejarme sola.

martes, 14 de septiembre de 2010

Libro: Al Anochecer. Capítulo.3.

Mis padres todavía no habían venido, eran las cinco y media, sólo quedaba media hora para las seis.
Fui a mi habitación y me puse un vestido blanco con unas sandalias negras agarradas al tobillo, me maquillé y me dirigí al salón, en ese momento, sonó el timbre. Creía que eran mis padres pero era Manu.
-Hola, Manu.-Sonreí al decir su nombre.
-¿Preparada para dar un paseo inolvidable?.-
-¿Por qué debería de ser inolvidable?.-
-No todos los días se puede pasear conmigo.- Dijo sonriendo.
-Si vas a seguir siendo así de creido, mejor me quedo en casa.-
-No lo haré más.-
-Está bien.- Dije con un poco de risa.
Estuvimos algo cortados por el camino hasta que llegamos a la playa parecía que el ambiente había cambiado, estaba más sonriente cuando llegamos a la playa.
-Por cierto no te dije nada pero estás muy guapa.-
-Gracias.- Me sonrojé un poco al decirme aquello.
-Sabes nunca había encontrado a alguien con quién poder estar, todo el mundo me habla por interés o por estar con el chico más popular, sin embargo, tú nunca me hablabas parecía que no querías hablar o saber algo de mí.-
-Bueno... La verdad es que no soy muy habladora y tampoco me gusta estar con todas esas personas que sólo te quieren por interés, sólo por cómo eres.-
-Cierto pero, ¿tú saldrías con alguien popular?.-
-Depende de cómo sea esa persona.- Le miré.
-Ya.- Sonrió y me tiro agua con el pie.
-Te vas a enterar.-Le tiré agua también.
Nos tiramos toda la tarde hablando y jugando como niños pequeños, era tan tierno y tan adorable, no podía creerlo pero le quería y no quería irme a casa solo para no alejarme de él.
-Pues final del día.- Dije con algo de tristeza.
-Sí, llegamos a casa de nuevo.-
-Supongo que hasta el Lunes.- No me dio tiempo a dar un paso para irme cuando me agarró de la mano y me besó.
Era un beso tierno y dulce, cerré los ojos y pasé mis manos por su cuello y él por mi cintura, nos seguimos besando hasta que él terminó el beso.
-Kris, te amo.-
Tragué saliva al oirlo, no podía responder, solamente le empezé a besar otra vez suponía que con eso era un yo también te amo.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Libro: Al Anochecer. Capítulo.2.

Me levanté como otro día más, desayuné, me vestí y me fuí. Todo parecía ir normal pero entonces Paula, no me esperó, pero en su lugar estaba Manu con su sonrisa tan adorable.
-Kris.- Dijo mi nombre con tanta naturalidad.
-¿Qué haces aquí?¿No viste a otra chica? Se llama Paula, tendría que estar aquí.-
-Sí y estuvo aquí solo que le dije que te esperaría yo esta vez.-
-Pero, ¿por qué dijiste eso?.- Dije un poco sorprendida.
-Somos vecinos ahora podemos ir juntos.- Empezó a caminar.-Ella no tiene que venir desde su casa hasta aquí y ahora ir hasta el instituto, así ella irá directa al instituto.-
-Pero a lo mejor yo quiero ir con mi mejor amiga, no con un chico al que acabo de conocer.- Caminé más deprisa con ganas de llegar al instituto, nunca había deseado con tantas ganas llegar a ese sitio.
-Lo siento.- Me agarró del brazo y me di media vuelta.- No creía que te iba a molestar, sólo que pensé que podríamos ser amigos.-
-Disculpame a mí, no debería haberme puesto así, ¿vamos?.-
-Sí.- Respondíó con otra sonrisa de las suyas.
Llegamos al instituto y me senté con Julia como siempre, le conté todo lo que había pasado con Manu, parecía que no se lo creía.
Manu se sentaba mas atrás, giré la cabeza para ver que hacía y cuando lo miré, rápidamente volví a mirar hacia la profesora, me estaba mirando a mí.
-Julia, me está mirando.-
-¿De verdad?.- Giró la cabeza y volvía a mirarme a mí.- No te quita ojo.-
-Pero no mires que se va a notar que estoy hablando de él.-
-Vamos que seguro que él no habla de ti con sus amigos.-
Así estuvimos todo el día, él me miraba y yo hablaba de él con Julia, parecía como si no le importará que yo hablará de él, o tal vez no se daba cuenta.
Terminaron la clases, recogí rápido mis cosas para que no me viese Manu y bajé hacia la salida.
-¿Ya te ibas?.- Me dí la vuelta, era Manu.
-No te había visto.- Dije y sonreí al decirlo para disimular que me iba a ir sin él.
-¿Vamos?.-
-Sí.-
Resultaba un poco incómodo estar con él, aunque, él parecía estar tan natural. No podía decir nada parecía que me había quedado muda.
-¿Ya no nos veremos hasta el Lunes?.-
-Bueno somos vecinos a lo mejor coincidimos ¿no?.- Me gustaba la idea de no vernos, así podría pensar y relajarme.
-Sí, claro.- Respondió sonriendo.
Cada uno fuimos hasta nuestras casas. Fuí hasta mi habitación y solté mi mochila, volví a bajar y me encontré un papel escrito:
"Cielo, tu padre y yo hemos salido al hospital a ver a tu abuela, volveremos mañana por la tarde. PD: La comida está en el microondas, caliéntala".
Genial y ahora me había quedado sola, calenté la comida y comí.
Llegó la noche y fui a mi habitación a dormir, en ese momento escuché un ruido desde la terraza y fui hasta allí, estaba asustada, no sabía si irme o ver qué sucedía pero tenía que verlo a lo mejor eran tonterias mías.
-Hola, perdona si te asusté, quería hablar contigo.-
-¿Manu?.- Dije sorprendida.-
-Sí, tiré esa piedra para ver si venías, pero te asusté, lo siento.-
-De todas formas este no es sitio para hablar desde una terraza a otra.-
-Ya lo sé pero quería saber si te gustaría venir mañana, conmigo, a pasear por la playa.-
-Ah... no sé, estoy sola, aunque mis padres vendrán por la tarde, bueno vale iré.-
-Estupendo, ¿te recojo a las seis?.-
-Vale.-
-Buenas noches.-
-Buenas noches.-
No me lo podía creer iba a estar una tarde con Manu, era como una cita o así. Me fui a mi habitación, pensando en qué me pondría.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Libro: Al anochecer. Capítulo.1.

Fui hasta la cocina para desayunar y me senté en la silla, mi madre me puso el desayuno en la mesa mientras que mi padre entraba detrás mía.
-Buenos días.- Dije sonriendo.
-Buenos días, Kris.- Dijeron mis padres al unísono.
Empezé a morder la tostada mientras pensaba en la vuelta otra vez a las clases, otra vez tendría que volver a los estudios. Terminé de desayunar y cogí mi mochila que estaba en mi habitación, me despedí de mis padres y salí de casa.
-Hola, Kris.-
Me di la vuelta y allí se encontraba mi mejor amiga, Paula.
-Hola.- Dije mientras me dirigía hacia ella.
-¿Cómo te fueron las vacaciones?.-
-Genial hasta que llegó este día.- Respondí.- ¿Y a ti?.-
-Estupendamente.- Dijo con una gran sonrisa como si no le molestase lo de las clases.
-Este año no caeremos en la misma clase.- Dije con un pequeño suspiro.
-Cierto, pero nos veremos en los recreos ¿no?.-
-Por supuesto.- Respondí sonriendo.
Caminamos hasta el instituto y fui hacia las listas para ver en que clase estaba. Me despedí de Paula y me fui hasta la clase allí encontré a algunas personas que conocía, no es que fuéramos amigas íntimas pero si que hablabamos de vez en cuando. Me senté en una de las mesas, luego vino una chica nueva que se sentó a mi lado.
-Hola.- Me saludó.- ¿No te importa que me haya sentado?.-
-No, tranquila, estaba libre de todas formas.- Respondí sonriendo.
-Estupendo, ¿Cómo te llamas?.-
-Kris, ¿Y tú?.-
-Julia.- Dijo sonriendo.
-Si quieres puedes venirte en el recreo conmigo así conoces a otra amiga mia.-
-Claro, la verdad, es que no conozco a nadie aqui.-
-No te preocupes.- Dije.
Terminaron las tres primeras clases y sonó el timbre, fui al recreo con Julia y le presenté a Paula, nos pasamos hablando todo el recreo hasta que volvió a sonar el timbre de nuevo a las clases.
Todavía quedaban 3 clases más latín, gimnasia e informática.
Me encontré con un chico nuevo en clase de latín, creí que ya habían entrado todos los chicos y chicas, pero había uno que entró más tarde, parecía ser el más popular, todo el mundo le conocía, aunque, yo no le conocía de nada, a Julia le gustaba mucho estuvo todo el día diciéndo lo guapo que era.
Terminaron las clases y volví a casa. Por el camino me choqué con una persona, al levantar la cabeza ví que era Manu el chico popular.
-¿Kris? No hemos tenido la oportunidad de... conocernos.-Dijo sonriendo.
-Bueno cualquiera se acercaba a ti con todas esas personas pegadas a ti.-
-Ya, sí, no te dejan nunca respirar.- Dijo un poco agibiado.- ¿Vives ahí?
-Sí.- Respondí.
-Entonces somos vecinos.- Me dijo con una sonrisa.
-Viniste en coche supongo porque llegaste muy temprano.-
-Sí, pasó mi padre por ahí y me recogíó, si hubiera sabido que éramos vecinos te hubiese llevado.- Tiró la bolsa de basura que llevaba.
-No quería ser la más envidiada por todas.- Me reí un poco al pensarlo.- Voy a mi casa.
-Sí, ya nos veremos.-
Nos despedimos y volvimos cada uno a sus casas.